Pequeñas cirugías para quitarte complejos

Quien esté libre de imperfecciones que tire la primera piedra. Porque, aunque se desconoce el número exacto, «hay un porcentaje muy alto de personas con complejos, sobre todo entre las mujeres adultas, ya que suelen ser muy exigentes consigo mismas y les cuesta aceptar sus defectos e inseguridades», asegura la psicóloga Silvia Álava. Lo que más acompleja son los kilos extra, una tripa prominente, las cartucheras, las orejas de soplillo, el acné, las primeras arrugas, una nariz excesiva, un pecho pequeño y el culo grande. Quien más y quien menos presenta en su físico alguno de estos defectos.

¿Qué se puede hacer para sobrellevarlos? «Lo principal es aprender a relativizar y darle la importancia que realmente tiene. No hay que pensar nunca que el rasgo más característico de una persona es su imperfección, porque seguro que existen otras muchas buenas cualidades. Hay que ser asertiva, positiva y aprender a defenderse pensando: ‘Pues a mí me gusta'», recomienda Álava. El psicólogo Alfonso Sánchez-Carpintero también aconseja «fijarse en una persona de éxito que admiremos y que tenga el mismo defecto y plantearse que si ella ha triunfado, ¿por qué los demás no?».

Y si la confianza en una misma no funciona, ¿en qué momento hay que pedir ayuda profesional? «Aquel en que se dedica un tiempo excesivo a pensar en ello y cuando afecta a la autoestima o altera la vida cotidiana», apunta Álava. Un psicólogo puede ayudar a relativizar las cosas, a enseñar a quererse más, a reforzar la seguridad y a vivir feliz con la propia imagen. Pero la medicina estética también. Sobre todo desde que la especialización está dando lugar a pequeñas intervenciones con pocas complicaciones y grandes y efectivos resultados. «Cuando la imperfección que molesta es única, localizada y objetiva, y tiene una solución fácil y rápida, llega la hora de olvidarse de ella acudiendo a la consulta del especialista estético», aconseja la experta.

Párpados caídos

Con el tiempo las cejas tienden a caerse y se produce un exceso de piel en el párpado superior que delata una mirada triste. «Hasta un 84% de los pacientes necesitan una elevación de la zona», asegura el cirujano Javier de Benito. Para solucionarlo sin eliminar piel ni dejar cicatrices se realiza un lifting endoscópico orbitario, que consiste en realizar unas incisiones mínimas en el cuero cabelludo a través de las cuales se introduce una cámara y se trabaja con un bisturí y un instrumento elevador que recoloca los tejidos y músculos del entrecejo. «Se corrige así la caída de las cejas y las arrugas de la frente en cuestión de 30 a 60 minutos y durante siete años», asegura el doctor. (Barcelona, tel. 932 53 02 82. Desde 5.000 euros).